Hace unos días llegó a la universidad una tutela judicial contra un profesor de actuación por parte de una alumna (*). Entre otros motivos aparecían los siguientes: "provocación sexual", "incitación a la pornografía entre los alumnos" o "tocamientos incestuosos en los ensayos". La alumna aducía que el profesor en su proceso de trabajo, y en gran parte debido a la selección de la obra que trabajaron durante el semestre, había agredido su derecho a la honra y a su privacidad. La obra elegida para montar fue Las Bacantes, de Euripides.
Parece que una obra escrita aproximadamente en el año 409 antes de Cristo, un clásico tan clásico que casi consigue resolver la cuadratura del círculo de los clásicos... y resulta que es un texto pornográfico. No sé que opinaría el propio Euripides al respecto, pero mi punto de vista se columpia entre la preocupación y la alarma. No voy a entrar en la ideología o religión de esta alumna, creo que eso ya no importa; pesa más el entorno que el hecho particular. Hablo de un aviso para navegantes.
Contextualizando un poco: hace unas semanas unos radicales asesinaron a varios dibujantes de la revista francesa Charlie Hebdo por ofender al Islam; en poco tiempo llegará a los cines la película 50 sombras de Grey que ya ha sido censurada (**); en medio oriente Isis ejecuta a los que no rezan como ellos, se prohibe una exposición sobre la mujer por planearse en un recinto religioso, matan y queman a 43 estudiantes por protestar... ¿qué está pasando? Este siglo XXI, que podría haber sido otro siglo de las luces, se adentra a pasos agigantados hacia la tiniebla: la nueva edad media ha llegado para quedarse, es lo que los especialistas designan como el "Digital Dark Age" o la Era del Oscurantismo Digital. Y si a esto le sumamos que la mayoría de nuestro arte, ciencia, noticias o conocimientos se almacenan en dispositivos digitales que ni siquiera sobrevivirán nuestras vidas, la cosa es inquietante.
Esta edad media digital afecta a las artes escénicas como un puñetazo seco en el estómago. La nueva censura llega desde varios ángulos: políticos, sociales, incluso desde nosotros mismos: caso del llamado panóptico digital (***) (y dejaremos aparte el tema de la influencia de internet y redes sociales, merece un post exclusivo...) En realidad sólo debemos recordar qué pasó con las artes escénicas en la edad media real para ponernos en situación, la historia es una rueda en al que más tarde o más temprano todo vuelve.
Y para cerrar por hoy. Sobre lo que comentaba de la tutela a un profesor, si desde la escuela no podemos ejercer esa libertad de expresión, de pensamiento y de cátedra, difícilmente podremos transmitir una forma de ser, pensar y sentir a los alumnos que favorezca una creatividad libre y honesta. En estos casos, me consuela comprobar como los desnudos que pintó Miguel Angel en la capilla sixtina, siguen allí.
(Continuará.)
Y les invito a escuchar debajo "Para la libertad" de Miguel Hernandez, cantado por Joan Manuel Serrat.
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(*) Hecho real sucedido en enero de 2015.
(**) Se eliminó una escena donde, al parecer, Christian Grey removía un tampón para tener sexo.
(***) El panóptico digital: http://sociologiayredessociales.com/2013/10/panoptico-digital-y-narcisismo/