El teórico más importante del teatro del siglo XX, Constantin Stanislawsky, vivió en Rusia. En Rusia hace frío, mucho frío, y en medio de todas esas bajísimas temperaturas Stanislawsky desarrollo sus teorías.
¿Cómo lo hizo? Aprovechando la coyuntura, a sus alumnos y al frío. Sin tener tanta distracción y sin poder salir a la calle para evitar una congelación parcial de algún miembro del cuerpo, se dedicó a teorizar, a ensayar, hablar... Todos sabemos que teorizar siempre calienta. Hablaba y teorizaba en esas tardes largas de reunión social, galletitas, y vodka. Si añadimos esto a los ensayos diarios (porque en esa época el teatro era un lugar cálido y acogedor en el que todos querían guarecerse del implacable frío siberiano) el resultado es “Un actor se prepara”, “Construcción del personaje”, o incluso “Mi vida en el arte”.
¿Existiría hoy Constantin Stanilawsky con internet y la televisión? No sé, las circunstancias serían otras y su trabajo muy diferente. Sería como colocar a Stanislawsky viviendo en el caribe sin la preocupación del frío, pudiendo estar por la calle tranquilamente paseando, o mirando las curvas de cualquier morenaza costeña. (Creo que la historia del teatro cambiaría mucho.) A lo que voy, finalmente, es que toda teoría artística es heredera de su tiempo y sus circunstancias. No existe el canon definitivo de trabajo para el actor o actriz, lo construimos poco a poco dependiendo de nuestras necesidades. Todo es discutible, incluso lo más absurdamente sagrado.
(Incluso Constantin, al final de sus días, entre trago y trago de vodka, se replanteaba sus propias ideas...)