-Siento ascopena viendo a los que manejan los hilos sonreir con dientes podridos de maldad y desprecio.
-Siento ascopena cuando algunos aconsejan a los que empiezan que nunca hagan aquello que ellos dominan a diario y nunca dicen la verdad de "su" negocio.
-Siento ascopena cuando algunos pisan lo que sea necesario y a quién sea necesario para conseguir un pequeño triunfo efímero.
-Siento ascopena en un entorno donde nada es blanco, ni negro, ni gris. Y sin saber nadie cómo, de repente se convierte en rojo.
-Siento ascopena con las sonrisas y las miradas dulces de los complices que nunca se manchan las manos de cara al público (recordemos que el complice también va a la carcel).
-Siento ascopena cuando frente a un vómito o aborto escénico debes aguantarte para tragar tu malentendida sinceridad.
-Siento ascopena por todas las buenas ideas perdidas por culpa de estupideces, egos (propios y ajenos), o cuchicheos entre labios, y que al final se quedan en cualquier mediocridad.
-Siento ascopena cuando intuyo que otros sienten lo mismo que yo (o sobre mi) y nadie dice nada ni hace nada.
-Siento ascopena de mi mismo por escribir esto y de mi ceguera por haber tenido que aguantar todo lo anterior de una u otra forma.
Y lo cierto es que los malos sentimientos son mucho más reales que los buenos, incluyendo la ascopena. Por ejemplo: el amor es algo confuso, lento, difícil... Pero el odio es algo claro, rápido y fácil que se asume sin dudar. Yo intentaré dedicarme a investigar y cultivar esos buenos sentimientos (dentro de lo posible, porque nadie está fuera de este macabro juego), la otra parte se la dejo a esos psicópatas artísitico-sociales-culturales que la provocan sin sentir ningún tipo de cargo de conciencia, que no muestran ni un pequeño rastro de humanidad, y que ni siquiera comprenden las consecuencias de sus acciones. Que os folle un oso grizzly.
Y por mi parte, tema cerrado.
(**)
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(*) Pena entenida como tristeza, dolor o tormento, no como vergüenza.
(**) No está mal desahogarse de vez en cuando. Salud.